You might want to visit our global site:

 Antes de la instalación

El proceso de construcción

¿Por qué es importante el ambiente interior?

Hay muchos aspectos del ambiente interior que afectan a los ocupantes. Por ejemplo, se ha demostrado que los contaminantes del aire y los niveles de ruido en interiores tienen un impacto negativo para la salud a largo plazo. A corto plazo, el ambiente interior también afecta al rendimiento de los ocupantes. Si la temperatura de la habitación es demasiado baja o demasiado alta el rendimiento disminuye rápidamente. En otras palabras, invertir en un ambiente interior saludable suele ser una de las formas de fomentar la productividad general disponibles en el lugar de trabajo.

¿Por qué supone un reto la climatización?

Cada persona percibe la climatización de forma diferente, buena muestra de ello es el confort térmico. No hay una temperatura perfecta al gusto de todos. Incluso a la temperatura interior ideal, estadísticamente 1 de cada 20 ocupantes no estará satisfecho con el estándar de confort térmico percibido. Lo que es peor, incluso ligeras variaciones de esa temperatura aumentan rápidamente la proporción de personas insatisfechas. En resumidas cuentas:

Se trata de conseguir una climatización que logre mantener una temperatura estable para que el mayor número de personas estén contentas.

Si es posible, conviene separar el espacio en zonas más pequeñas para garantizar que la climatización pueda controlarse y ajustarse a los ocupantes de dichas zonas.

¿Cómo se controla la climatización?

Los distintos niveles de control en sistemas de climatización pueden resultar confusos. A continuación se explican algunos conceptos fundamentales:

CAV (Volumen de aire constante)

Este es el sistema de control más básico. Suministra un volumen constante de aire y la única función de control es que el sistema se puede apagar y encender con un temporizador. Dicho de otra forma, este sistema no tiene en cuenta la demanda real y sirve como solución básica en instalaciones con una carga estable.

VAV (Volumen de aire variable)

Un sistema de control algo más avanzado en el que el caudal de aire se puede ajustar hasta cierto punto para responder a las variaciones de temperatura o de calidad del aire. Suele ser más eficiente que un sistema CAV ya que, por ejemplo, no ventila innecesariamente espacios no ocupados.

DCV (Ventilación en función de la demanda)

Esta es la versión más avanzada del concepto VAV, ya que suministra aire de forma variable en función de la demanda, pero no de la ocupación. Este sistema abarca un mayor número de condiciones de funcionamiento, es más eficiente y asegura mejor el confort de la estancia.

DCIC (Climatización interior en función de la demanda)

El nivel de control más avanzado que, como su nombre indica, garantiza una climatización exhaustiva en la estancia. Esto significa que, además de las ventajas de un sistema DCV, el sistema DCIC es capaz de integrar perfectamente productos por agua y por aire, proporcionando un conjunto de opciones adicionales para lograr eficiencia energética y un ambiente interior saludable.

¿Por aire o por agua?

Hay mil formas de distribuir un espacio y también puede haber distintos tipos de arrendamiento. Lo que significa que no hay un único producto de climatización que sirva para todo, sino muchas variantes. Una de las primeras decisiones que suele tomarse a la hora de elegir un sistema de ventilación es si va a ser por agua o por aire. La siguiente regla general debería ayudarte a identificar la mejor opción en la etapa inicial del proyecto. También se puede utilizar software de simulación para la adquisición del sistema en la etapa inicial.

Más información sobre Swegon Esbo

¿Influye la altura del techo?

La altura del techo puede ser un factor determinante a la hora de elegir un producto. En edificios altos, los productos de climatización por agua suelen ser una ventaja, ya que permiten el uso de conductos de aire de menor diámetro y una gran parte de la refrigeración se transporta por tuberías de agua de pequeño diámetro en lugar de por conductos grandes. De esta forma se ahorra espacio en cada planta, con lo que se puede construir una planta más en el edificio sin modificar la altura general.

Sin embargo, si ya sabe que los techos van a ser altos, la mejor opción puede ser un sistema de climatización por aire. Un ejemplo sería las unidades de chorro, que pueden distribuir aire desde el techo hasta la zona ocupada o, alternativamente, las unidades de decalaje que suministran un caudal bajo de aire a la altura del suelo. Básicamente, lo que más se valora es disponer de una amplia gama de productos para evitar hacer concesiones innecesarias.

Más información sobre el proceso de construcción