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Circularidad

Del enfoque lineal al circular

La circularidad es un tema del que se habla mucho dentro de la sostenibilidad, pero ¿qué significa realmente?

Una forma sencilla de describir el término es que se trata de pasar de una forma lineal de ver el consumo a un enfoque circular. En lugar de considerarlo como un viaje unidireccional de tomar, hacer y eliminar, el objetivo es crear un flujo circular en el que se elimine el concepto de residuo.

Las pequeñas cosas pueden marcar la diferencia

Sin embargo, pasar de lo lineal a lo circular es un proceso en sí mismo. Y como también las pequeñas cosas pueden suponer una gran diferencia, lo importante es ponerse manos a la obra, para que cada recurso dure lo máximo posible. Esto prolongará el ciclo de vida, aumentará el valor y reducirá el impacto medioambiental de los productos. En términos más concretos, esto podría incluir:

  • Reparar – una forma sencilla pero muy eficaz de mantener el rendimiento y reducir los residuos
  • Actualizar y renovar – reducir la necesidad de reemplazar los productos haciendo que los existentes duren más tiempo y, potencialmente, que funcionen de forma más eficiente
  • Reutilizar – recoger, renovar y revender productos de segunda mano y utilizar los componentes adecuados de los productos como piezas de recambio o como insumos de nuevos productos
  • Lavado de cara – cambiar la cosmética, pero manteniendo las partes principales de un producto, para que siga siendo moderno y prolongue su vida útil
  • Diseño para el desmontaje – incluso antes de que nazca el producto, debe diseñarse de forma que facilite la reutilización y el reciclaje de componentes y materiales